miércoles, 21 de noviembre de 2012

LOS NIÑOS/AS DENTRO DEL MALTRATO. ¿CÓMO LES AFECTA?

Vivir junto a un maltratador/a no es una vivencia gratuita. Haber estado durante años sobreviviendo a un maltratador/a puede cambiarte la vida.
Me gustaría recalcar de antemano la Resilencia como factor protector de muchos niños/as y jóvenes que han convivido con el maltrato.

¿POR QUE EL MALTRATADOR BARRA A?
Porque aunque no lo parezca la familias también están llenas de maltratadoras. Siempre hablamos del maltratador masculino y lo llenamos de estereotipos: maltrata porque bebe, ha tenido víctima de abuso o maltratado en su infancia, tiene problemas mentales... ¿Y de la víctima que se dice? Que es maltratada porque quiere, porque no lo abandona, que se lo merece de alguna manera.
Pero también existen muchas maltratadoras que pasan más desapercibidas. Ellas ejercen más la violencia verbal, aquella que no se ve pero que llega más dentro si cabe que las heridas provocadas por la violencia física. También ejercen muchas veces esa violencia física contra el indefenso/a menor, incluso contra su pareja. Sí señores y señoras, existen maltratadoras más cerca de lo que imaginamos.

MITOS ENTORNO A CONVIVIR CON UN MALTRATADOR/A.
- Si me separo de él ya no tendrán padre. Yo aguanto por ellos. Ya me separaré cuando sean mayores.
- Mis hijos no ve nunca cuando me maltrata. Procuro que no sean testigos.
- No saben que yo estoy mal. Pongo buena cara delante de ellos.
- No nos peleamos delante de ellos.
- Es aún un bebé, no se entera de nada.

Cuanto más tiempo pasen en un ambiente maltratador más secuelas podrán desarrollarse e instaurarse. Está demostrado que generan más destrucción cerebral los microtraumas vividos durante un tiempo prolongado que un gran trauma concreto.
Las contraréplicas a las frases anteriores serían:
- Mejor romper con el círculo e intentar recomponer una relación en la que el maltrato no sea la moneda de cambio. Si vuestra relación de pareja ya no es sana aún puede haber una esperanza para que tu pareja ejerza como padre.
- Aunque los niños no vean, son conscientes de más de lo que pensamos. El lenguaje no verbal es mucho más fuerte que el verbal. Verte un  moratón , los ojos cansados de llorar o simplemente no estar para jugar con ellos y pasarlo bien ya es suficiente para que se den cuenta de que algo sucede. También puede ver que las demás familias del cole no son como la suya: salen todos juntos, ríen y se lo pasan bien, sus papás se abrazan y se besan y los suyos no.
- El pensar que por ser un bebé no se entera de nada es el error más común y más grave que podemos cometer. Entre los 0 y los 2 años se encuentran las edades más críticas para que una situaciones estresante, negativa, de cambio abrupto acabe convirtiéndose en un trauma irreparable, aunque no insuperable. La pérdida de uno de los progenitores o cuidadores, el abuso sexual, ser víctima de maltrato o vivir una situación familiar no sana puede tener consecuencias nefastas para ese individuo.

Por ello es importante salir cuanto antes de una situación de maltrato. No sólo para los niños/adolescentes sino para la mujer/ hombre porqué las consecuencias no dejan de ser muy similares en algunos aspectos.

TRAUMAS

CONSECUENCIAS DEL MALTRATO
-La más poderosa y difícil de cambiar sería el modelo de relación que le estamos enseñando a ese niño/a. Como ve él o ella que son las relaciones entre las personas. Un 30% de los niños/as que sufren maltrato o viven en un entorno maltratador repiten ese modelo en sus relaciones posteriores. La niña puede buscar un patrón de maltrato para sentirse segura porqué es lo que ha aprendido y el niño puede pasar a convertirse en un maltratador porque cree que así es como tiene que tratar a una mujer. Incluso la mujer que ha sufrido malos tratos si no hace su propio proceso de curación puede acabar una y otra vez con hombres maltratadores.
- Baja autoestima, no seguridad en sus capacidades.
- Ansiedad o estado de ánimo bajo.
-Agresividad hacía uno mismo/a o los demás
-Fracaso escolar...
    (...)
LA RESILENCIA COMO COLCHÓN DE SUPERVIVENCIA
Nuestro cerebro tiene un poder infinito en la recuperación de lesiones y traumas.
Esa capacidad de sobreponerse a las dificultades se le llama RESILENCIA: flexibilidad y resistencia.
Lo importante es poder dar significado a aquello que pasó, poner palabras a la existencia.

LA ICV
Desde hace un tiempo llevo a cabo tratamientos con la técnica de la Integración del Ciclo Vital patentada por Peggy Sue y implantada en España por Yolanda Calvo http://linkcerebromente.blogspot.com.es/.
Es, entre otras que existen, una potente técnica para trabajar traumas, ya sea en la infancia o en la vida adulta. Se trabajan todas aquellas experiencias o sucesos que hayan bloqueado la memoria explicita: no se haya podido poner palabra a un suceso altamente estresante y sólo haya sido grabado a nivel emocional.
Mi experiencia con pacientes que han sufrido traumas de momento es que en todos los casos funciona para integrar recuerdos implicitos e explicitos y para fortalecer al Yo consiguiendo equilibrar las emociones.
La ICV se puede utilizar también para tratar la depresión, una ruptura de pareja, la ansiedad y el estrés, ideas irracionales que mantengo desde mi infancia, trastornos de la alimentación....

Seguiré en siguientes posts, ampliando la información sobre la ICV.